DECÁLOGO DEL PERITO (ACTIVIDADES)
La actividad del criminólogo se rige por los principios de convivencia y de legalidad
democráticamente establecidos en la constitución.
En el ejercicio de si profesión tendrá en cuenta las normas sociales explícitas o implícitas del
entorno en el que actúa, considerándolos como elementos y valorando las consecuencias que la
conformidad o la desviación respecto a ellas puedan tener en su quehacer profesional.
El ejercicio de la Criminología se ordena a una finalidad social y humana, promoviendo el respeto a
la vida, a la dignidad y a la libertad de la persona, pudiéndose expresar en los objetivos tales como:
el bienestar, la calidad de vida, la justicia, la igualdad, la seguridad, la plenitud del desarrollo de las
personas y los grupos tanto individual como socialmente.
Se rige por los principios universales y: respeto a la persona, protección de los derechos humanos,
sentido de la responsabilidad, honestidad, sinceridad para con los clientes, prudencia en la
aplicación e instrumentos y técnicas, competencia profesional, solidez de la fundamentación
objetiva y científica de sus intervenciones profesionales.
El criminólogo:
No realizará por sí mismo, ni contribuirá a prácticas que atenten contra la libertad física, moral o
ideológica de las personas.
Tiene el deber de informar, al menos a los organismos colegiales, acerca de las violaciones de los
derechos humanos, malos tratos o condiciones de reclusión cruel, inhumana o degradante de que
sea objeto cualquier persona y de los que tuviere conocimiento en el ejercicio de su profesión.
Respetará la libertad ideológica, incluso los criterios y opiniones religiosas o morales, escala de
valores e ideas personales de sus clientes, sin que ello impida su cuestionamiento cuando sea
necesario y pertinente en el curso de una intervención.
No hará ninguna discriminación de personas en la prestación de sus servicios.
No aprovechará, para lucro o beneficio propio o de terceros, la situación de poder o superioridad
que el ejercicio de la profesión pueda conferirle.
En sus informes, pericias y dictámenes escritos será sumamente cauto, prudente y crítico, frente a
nociones que fácilmente degeneran en etiquetas devaluadoras y discriminadoras.
No prestará su nombre ni firma a personas que ilegítimamente, sin la titulación y preparación
necesarias, realizan actos de ejercicio de la Criminología.
Denunciará los casos de intrusismo que lleguen a su conocimiento.
No encubrirá con su titulación actividades vanas o engañosas.
DECÁLOGO DEL PERITO DE IRMA NELLY PRIULLI
Ser digno del título que haz logrado.
Ejercer la profesión con lealtad, dignidad, honestidad y amor.
Enriquece tu patrimonio intelectual y artístico pero no olvides que en cuestiones periciales el
mejor maestro es la práctica constante.
En actuación pericial ser claro y preciso; gobierna la lengua y medita las críticas (escucha, observa
y calla)
Aprecia la tolerancia, la cordialidad, bondad y alegría, un profesionista triste en un pobre
profesionista.
Domina tu carácter sobre todo durante las audiencias, ahí se puede poner a prueba tu templanza,
manteniéndote sereno frente a un revés.
No quieras ser más que el magistrado.
Define la justicia por el difícil camino de la verdad y con las investigaciones científicas, seguro de
las convicciones que te dicte la razón.
Que tu mano no conozca la holganza.
Recuerda que siempre eres un auxiliar de la justicia.
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