jueves, 25 de octubre de 2012
En la cédula de ciudadanía, tarjeta de identidad, número social, carné de ciudadano, etc., -depende del país-, existe en muchos de sus contenidos una huella dactilar digital, que a diferencia de las huellas impresas en tinta gozan de enormes ventajas sobre sus antiguas familiares. Pero sin embargo, la presencia de la tinta es todavía fundamental en muchos estratos y sitios de identificación ciudadana, porque en muchos de ellos es esta impresión gráfica por intermedio de este elemento el que sirve para el posterior escaneo de esta señal. Escaneo que por supuesto se utiliza aplicando un aparato especial que copia línea por línea todas las trazas que conforman la anatomía única y exclusiva de cada huella digital, por lo general la del índice derecho, que es el dedo que al parecer más se utiliza para esta tarea.
Los sistemas de seguridad e identificación son algo totalmente distinto, pero que guardan algunas relaciones lógicas y palpables con el sistema de la huella dactilar digital en muchas ocasiones. Dentro de los sistemas de seguridad, electrónicos y/o digitales vale la pena aclarar, no se pueden obviar los distintos tipos de cámaras que identifican y graban todas las secuencias que pasan en ciertos lugares y adminículos electrónicos como cajeros o cajas registradoras; igualmente también las rejillas eléctricas que son controladas por sistemas computarizados, y obviamente los intricados procedimientos tecnológicos para la protección de bancos, museos y otros lugares, usando mapas digitales de protección invisibles.
Los sistemas de identificación son algo con lo que mucha gente empezó a familiarizarse desde que los viera en películas de acción o ciencia ficción; aquellos lectores de manos que identifican a una determinada persona cuando la ergonomía de una de sus extremidades superiores coincide con la implantada en el sistema tecnológico; los lectores de retina que es considerado el método más revolucionario en cuanto a identificación digital, y otros considerados más sofisticados aún como los lectores de morfología del rostro.
Los tres elementos, ya sea por separado o unidos, hacen parte de la sociedad digital como tal, y contribuyen a que muchas personas se identifiquen plenamente al ser parte de una organización o de una ciudadanía en especial. Cada uno de estos auxiliares de metodología fue inventado con el propósito de dar mayor capacidad de identificación e incluso de satisfacción, al comprobar efectivamente que el papel, la tinta y las firmas convencionales ya habían perdido su efectividad y por lo tanto se hacia necesaria la intervención del mundo digital, efectivamente.
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